La terapia enfocada a niños y adolescentes da respuesta a los diferentes problemas que pueden aparecer a lo largo de su proceso evolutivo y de crecimiento personal.
La terapia infantil y juvenil parte de la recogida de información a partir de una sesión inicial con los padres, donde éstos mostraran su visión frente a la problemática y juntos llegaremos a una valoración sobre cual sería el método a seguir para comenzar un tratamiento psicológico personalizado.
Se realizará una evaluación exhaustiva para un adecuado diagnóstico de la problemática. Terminado la fase evaluativa, se mantiene una sesión con los padres para exponer las conclusiones a las que se han llegado. Se proponen una serie de pautas a seguir, y se concertarán las siguientes sesiones y la modalidad de trabajo, según cada caso particular.
La intervención consiste en establecer el tratamiento más adecuado para modificar las variables que están causando malestar, persiguiendo los objetivos propuestos y consensuados con la propia familia.
Durante todo el proceso terapéutico los padres serán informados de forma periódica sobre los aspectos que se están trabajando en sesión y de su posterior evolución.